Violencia económica en relaciones de pareja: una forma de maltrato poco denunciada
Cuando se habla de violencia en una relación de pareja, la mayoría piensa en agresiones físicas o verbales. Sin embargo, existe una forma más silenciosa y muchas veces normalizada: la violencia económica. Este tipo de maltrato, aunque menos visible, puede tener consecuencias graves en la autonomía, estabilidad y dignidad de la persona afectada.
En Ecuador, la violencia económica ya está reconocida como una forma de violencia de género reconocida en la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Aun así, son pocos los casos que se denuncian, en parte porque muchas personas no saben que están siendo víctimas.
¿Qué es la violencia económica?
La violencia económica ocurre cuando una persona utiliza el dinero, los bienes o los recursos financieros como herramienta de control o sometimiento dentro de una relación afectiva. No se trata solo de no aportar al hogar, sino de impedir el desarrollo o la independencia económica del otro.
Algunos ejemplos frecuentes son:
- Control absoluto del dinero del hogar, incluso si ambos trabajan.
- Impedir que la pareja trabaje, estudie o genere ingresos.
- Obligar a entregar el sueldo o rendir cuentas excesivas por cada gasto.
- Tomar decisiones financieras sin consultar al otro.
- Endilgar deudas, préstamos o compras a nombre de la víctima sin su consentimiento.
- Retener dinero como castigo, o condicionar su entrega a favores o conductas específicas.
- Negarse a cubrir necesidades básicas de los hijos o del hogar como forma de castigo.
¿Cómo se manifiesta en la vida diaria?
La violencia económica no siempre empieza de forma evidente. Puede disfrazarse de "protección", "responsabilidad" o "preocupación", y muchas veces se instala como una dinámica normal dentro de la relación. Frases como:
“No necesitas trabajar, yo te mantengo.”
“¿Para qué quieres tener una cuenta bancaria tú sola?”
“Si te separas, no te doy ni un centavo.”
...son señales claras de una relación desigual, donde el dinero se convierte en una herramienta de poder y sometimiento.
Este tipo de violencia puede provocar dependencia total, baja autoestima, miedo a terminar la relación y, en muchos casos, la imposibilidad de salir de un entorno abusivo por falta de recursos.
¿Qué dice la ley ecuatoriana?
En Ecuador, la violencia económica está tipificada como una forma de violencia de género. La Ley Orgánica para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (LOIPEV) la define como:
“Toda acción u omisión que cause daño patrimonial, que se exprese en la limitación o control del ingreso económico, la disposición de recursos, la privación de bienes o la limitación de acceso al trabajo.”
El COIP también sanciona a quienes incurran en este tipo de violencia, especialmente cuando forma parte de un patrón de maltrato dentro del entorno familiar o conyugal.
¿Qué herramientas legales existen para protegerse?
Si estás atravesando una situación de violencia económica, no estás sola ni solo. Estas son algunas vías legales de protección y denuncia:
Denuncia por violencia intrafamiliar
Puedes presentar una denuncia ante la Fiscalía o la Unidad de Violencia contra la Mujer y la Familia. Esta puede incluir medidas de protección inmediatas, como la prohibición de acercamiento o de contacto, e incluso la asignación provisional de pensiones alimenticias.
Solicitar medidas de protección urgentes
Si existe riesgo económico, psicológico o físico, el juez puede emitir medidas que obliguen al agresor a abandonar el hogar, permitir el acceso a cuentas comunes o restituir bienes retenidos.
División de bienes y deudas en caso de separación
En casos de unión de hecho o matrimonio, puedes iniciar un proceso de liquidación de la sociedad conyugal o división de bienes para recuperar lo que te corresponde.
Reflexión final
La violencia económica no siempre deja marcas visibles, pero puede destruir la libertad y el proyecto de vida de una persona. Reconocerla es el primer paso para romper el ciclo. Como sociedad, debemos hablar más de este tema, validar las experiencias de quienes lo viven y fortalecer las herramientas legales para combatirlo.
Si necesitas orientación o estás pasando por una situación similar, en nuestro equipo legal podemos ayudarte con total confidencialidad y respeto.
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